Oracle sabe que la Nube es el futuro y quiere apalancarse del mercado latinoamericano de Pymes para encabezarlo.
Se esperaría que un lugar nombrado Centro Mundial de Desarrollo Oracle estuviera en San Francisco, Palo Alto o algún otro enclave tecnológico californiano. Pero este espacio, donde 1,200 empleados desarrollan, experimentan y exportan aplicaciones y servicios del gigante de software, se encuentra en el municipio de Zapopan, en Jalisco.
Me enteré de este detalle poco conocido durante el Oracle Open World 2018, una conferencia en la que anualmente se dan cita casi 60,000 personas para conocer los lanzamientos de la marca anunciados por Larry Ellison, cofundador y actual chief technology officer de la compañía.
Este año fue en octubre y se realizó específicamente en San Francisco, a escasos 30 minutos de las oficinas centrales de Oracle ubicadas en Redwood, California.
Aparte del popular robot Pepper, cervezas producidas con blockchain y una serie interminable de demos, lo más popular durante la semana que duró la conferencia fue la Nube: a la que hoy se están volcando empresas como Microsoft, Amazon e IBM.
La atmósfera del Oracle Open World 2018 dejó en evidencia la ambición de Oracle respecto a ella: convertirse en el líder indiscutible de esta tecnología.
“El uso de la Nube dejó de ser un tema de debate hace tiempo”, dijo Mark Hurd, co-CEO de Oracle durante su discurso inaugural. “Más bien, ahora estamos debatiendo la velocidad con la que migramos hacia ella”.
El cambio de Oracle, conocida por ser uno de los principales proveedores globales de software y aplicaciones de gestión empresarial (ERP), es entendible. Actualmente, casi el 40% de la infraestructura de las organizaciones se ejecuta en la Nube; sin embargo, de acuerdo con Statista, se espera que esa participación aumente hasta casi al 70% dentro de cinco años.
La misma firma estima el valor actual del cloud computing en US$199,000 millones. Mark Hurd y Safra Catz, también co-CEO de Oracle, han decidido invertir en productos de inteligencia artificial (I.A.), automatización y tecnología blockchain para transformar el portafolio de la empresa –eso me quedó muy claro tras el Oracle Open World–. Otro insight evidente: abrirse un espacio mayor en la Nube es para Oracle una decisión de supervivencia.
LA NUBE MÁS AMPLIA
En el pasado fueron la máquina de vapor, la electricidad y las computadoras las innovaciones que en su respectivo momento redefinieron la economía global. Durante la llamada Cuarta Revolución Industrial, con epicentro no oficial en San Francisco y Silicon Valley, el responsable de hacerlo será la I.A. con su infinidad de aplicaciones.
Aquellos actores –individuos, empresas y países– que sean capaces de sumarse a esta tendencia, serán quienes diseñen el nuevo orden mundial; sólo que en este caso lo harán desde la ubicua e intangible Nube.
Ese espacio digital muy misterioso y en apariencia infinito va mucho más allá de subir fotos y archivos para liberar espacio en las computadoras y laptops. El valor que tiene como tecnología es que, al eliminar la dependencia de costosos y potentes servidores propios, el espacio de almacenamiento y una gama de servicios digitales de repente se vuelven accesibles para más negocios. En teoría, adquirir un servicio en la Nube permite operar a empresas que apenas tienen una oficina propia.
“El uso de la Nube dejó de ser un tema de debate hace tiempo. Más bien, ahora estamos debatiendo la velocidad con la que migramos hacia ella”, Mark Hurd, Co-CEO de Oracle
Luiz Meisler, VP de Oracle Latinoamérica, dijo durante el Oracle Open World que el propósito de la compañía es “transformar el mundo empoderando a las personas por medio de la innovación”, lo cual lograrán con “un Oracle más dinámico, limpio y conectado con soluciones de I.A. apalancadas en la Nube”.
Por su parte, este año Catz ha convertido a la división Cloud en un negocio crítico dentro de la maquinaria Oracle, que actualmente genera el 81% de los casi US$40,000 millones en ingresos totales de la compañía, junto con su negocio de licencias.
Durante la conferencia, el propio Ellison reveló algunas de las últimas mejoras de la empresa en este rubro: la segunda generación de la Nube de Oracle, con mayores capacidades de almacenamiento de datos y una arquitectura de defensa contra todo tipo de vulnerabilidades; el lanzamiento de la Oracle Autonomous Database, la primera base de datos autónoma capaz de autogestionarse, autorrespaldarse y autorrepararse –y según Ellison, famoso por lanzar ataques directos a su competidor Jeff Bezos, más accesible que la que ofrece Amazon–.
Bob Evans, quien fuera chief communications officer de Oracle de 2012 al 2016, reportó en febrero del año pasado que el segmento SaaS (Software as a Service) es el de mayor crecimiento para Oracle, representando aproximadamente el 75% de sus ingresos totales en la Nube.
Pero para Ellison, a medida que la nueva base de datos autónoma gane impulso, el negocio PaaS (Platform as a Service) que está anclado en la Nube, será incluso más grande que su negocio SaaS.
LAS PYMES LATINAS: UN AS BAJO LA MANGA
Para lograr catapultar su crecimiento frente a los tres rivales más fuertes, Oracle tiene en la mira un mercado en particular: el latinoamericano. La tecnológica opera en la región desde hace 30 años, cuando abrió sus primeras sucursales en Brasil y México.
Hoy, administra servicios en 20 países de Latinoamérica y el Caribe con oficinas locales en nueve, incluyendo Puerto Rico, y emplea un total de 5,000 personas. En su cartera de clientes regionales figuran empresas como FEMSA, Banco de la Nación Argentina y Unilever en Brasil.
Aunque no fue sino hasta hace tres años que la migración de la compañía hacia la Nube despegó en Latam para convertirse en lo que es actualmente: la región que se traslada con más rapidez hacia este espacio digital.
Meisler reportó que el 70% de los ingresos de Oracle en Latinoamérica proviene del negocio de Cloud, explicado en parte porque “nuestra mentalidad y nuestra cultura [en la región] es más osada. Hemos sorteado todo tipo crisis y problemas; por lo que, naturalmente las empresas latinas están acostumbradas a tomar riesgos con mayor voluntad”.
Sin embargo, conscientes de que son las compañías grandes las que históricamente han podido invertir grandes sumas de dinero en software empresarial –y en consecuencia, las mejores equipadas para migrar con mayor agilidad y velocidad hacia la Nube– Oracle Latinoamérica ha ideado estrategias para penetrar también en las pequeñas y medianas empresas.
La decisión es inteligente, considerando que en la región las Pymes son, tan sólo por volumen, la columna vertebral del desarrollo económico. De acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), las Pymes representan alrededor del 99% del total de unidades de negocio y dan empleo a cerca de 67% del total de trabajadores en la región.
En México, las micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMES) generan el 73% de los empleos y 52% del PIB del país, concentrándose principalmente en actividades como comercio, servicios e industria artesanal.
No obstante, el nivel de productividad y facturación de las pymes latinoamericanas es todavía muy bajo. Las grandes multilatinas alcanzan niveles de productividad seis veces más altos contra las pequeñas empresas y hasta 33 veces más alto que el valor generado por las microempresas.
La CEPAL también reporta que solamente cerca de 10% de las pymes latinoamericanas exportan parte de su producción, siendo que una pyme exportadora es 16% más productiva que una que no lo hace.
Estas restricciones productivas se explican por un conjunto de factores, incluyendo un limitado acceso al crédito y capital que a su vez imposibilita la escalabilidad de las operaciones y niveles de venta. De esta manera, es imposible pensar que una MiPyME invierta en tecnología a la velocidad de un gran corporativo.
“Estamos conscientes de que para las pymes comprar nuestro software muchas veces equivale a la apuesta de su vida. Quizá comprar nuestra tecnología significa no comprar un lote para expandir operaciones”, comenta Carlos Sarmiento, VP de Oracle Digital Latinoamérica, una división creada en 2015 y pensada especialmente para atender el mercado pyme de una manera rápida, dinámica y hablando su mismo idioma.
“Muchas veces las pymes ni siquiera tienen un sistema”, agrega Sarmiento, “así que nuestro reto principal se reduce a lograr que las pymes den el salto digital para automatizar sus procesos administrativos con paquetes básicos”.
La expectativa es que en dos años, cerca de la mitad de los ingresos totales de Oracle América Latina provenga de las Pymes.
Oracle se ha propuesto democratizar el acceso a la información para muchos tipos de clientes, afirma Sarmiento. Para conseguir que las Pymes den ese primer salto digital, Oracle facilita pruebas gratis, equivalentes a US$300 o 3,500 horas Nube, para que las Pymes puedan testear los servicios y después migrar a suscripciones anuales si así lo desean.
“Hemos logrado captar clientes de diversas industrias, desde la investigación y supermercados, hasta otras industrias que nunca fueron sectores tradicionales de Oracle y que ahora se han vuelto sumamente importantes para nuestro negocio”, explica Sarmiento.
En términos de contribución al negocio, la expectativa es que en dos años cerca de la mitad de los ingresos totales de Oracle América Latina provenga de las Pymes. Maribel Dos Santos, quien en septiembre pasado se convirtió en la CEO de Oracle México, explica cómo la absorción de tecnología en el país ocurre de manera más rápida que en otros mercados.
“En el mercado mexicano, tenemos empresas grandes ya montadas o que siguen en la transición hacia la Nube y que marcan la pauta para la mediana y la pequeña industria”, dice, convencida de que las Pymes, indistinto de la industria a la que pertenezcan, serán las más beneficiadas por la transformación de Oracle a una cultura de servicios. “Queremos que se concentren en tomar decisiones estratégicas. Para ocuparse de las tareas tediosas y administrativas estamos nosotros”, comenta.
Por otro lado, Dos Santos señala que debido al nivel de clientes y al tamaño de las operaciones mexicanas, es probable que el segundo data center regional se instale en el país. Una inversión de este nivel no sería la primera para Oracle, como demuestra el Centro Mundial de Desarrollo de Zapopan.
Y el mercado lo permitiría: “tenemos clientes en banca, telecomunicaciones, gobierno y educación con un peso importante en México y la región, y para quienes el resguardo de datos es fundamental. Contar con un data center en México, además del de Sao Paulo, sería un gran diferenciador”, agrega la directiva.
Con los pies en San Francisco pero los ojos puestos en un mercado como el de las Pymes latinoamericanas, tan hambrientas de tecnología para escalar, Oracle puede llegar a cumplir el pronóstico de liderar el negocio de la Nube. Después de todo, el sol sale para todos.